sábado, 10 de febrero de 2007

UNIVERSO, NOSOTROS Y NUESTRA CONCIENCIA

CÓMO NOS ATREVEMOS ???
Cómo nos atrevemos a creernos casi dioses mientras somos un puñado de seres ínfimos aferrados a un ínfimo planeta al que creemos "el universo"?

Mírate, analízate. Sabes realmente qué eres y dónde estas? Quizás seas de los que se sienten poderosos porque hay quienes parecen estar por debajo tuyo, sin saber que cuanto más grande sea tu sensación de superioridad, más grande es tu pequeñez espiritual. Este problema es común a todos nosotros. No te engañes. El dinero y el poder no son realmente superioridad sino una herramienta que debes saber utilizar con consciencia. El verdadero poder es la "autoridad". AUTORIDAD es conocerse a sí mismo sin arrogancia. Tú me dirás que muchos de los que miras desde una mal entendida superioridad, son tan insensatos o más que tú. Pero si logras la verdadera conciencia de lo que representa el poder individual, hacia tí mismo, no dudarás y te será fácil tratar a otros aunque sean mezquinos. Quizás ellos un día comprendan que el único resultado de la soberbia es el sufrimiento y la degradación interior. Hay muchos que sin ser mezquinos y soberbios, carecen de toda comprensión a sus problemas. Ellos merecen tu ayuda.
Nuestra dificultad es el miedo que sentimos inconscientemente por nuestra débil pequeñez frente al UNIVERSO. Te aferras a cosas materiales e intelectuales como si eso, por sí solo, pudiera salvarte de todos los peligros. Si eres privilegiado, no está mal que tus bienes te sirvan de momentáneo refugio contra las arbitrariedades y a la vez te cubran de los ataques de otros insensatos parásitos que, como no saben obtener su propia protección, ven como única opción apoderarse de los bienes y las vidas de otros. Pero todo debe tener una medida. No importa si eres una persona común o destacada. Creer que tus posesiones te dan derechos que realmente no tienes, te vuelven frívolo y   soberbio y cierran tus ojos al sufrimiento ajeno.
Has pensado que quizás tú estes apoyando guerras, hambre, matanzas y esclavitud sin saberlo, sintiéndote a salvo dentro de tu jaula de cristal?
Debes saber que todo lo que ocurre en el mundo penetra de todas formas tu fortaleza y la afecta.
Cómo nos atrevemos a pensar que nuestra vida es larga, casi eterna, mientras la realidad es que duramos mucho menos que un segundo en el tiempo del universo? Absolutamente nada está aislado de nada. Todo es consecuencia de todo. Si crees que tus pensamientos, por más íntimos que sean, no tienen consecuencias en el resto, estas equivocado. El dinero, el poder y nuestras acciones son un Don que conlleva responsabilidad. Si no comprendes esta responsabilidad, un día todo se puede volver en tu contra de una forma u otra aunque, por tu falta de conciencia, no vincules tus sufrimientos con esa carencia. Cuántas cosas ingratas te pueden haber sucedido o te estan sucediendo por tu arrogancia y falta de conciencia, mientras te preguntas "por qué a mí"?
Debemos ser conscientes de que este corto tiempo que dura nuestra vida sobre la tierra lo debemos utilizar para aprender a conocer nuestras limitaciones, para elevar nuestro espíritu humano hacia una conciencia espiritual que no espera de nosotros riqueza y honores, sino verdadero conocimiento de nosotros mismos, unidos a la verdad eterna. Es por eso que somos Humanos y nos destacamos de los otros animales.. Llevamos dentro una luz que no es la misma que ilumina los suntuosos salones de la ignorancia. Estas luces son limitadas. La luz de nuestro espíritu es eterna y depende de nosotros que se haga consciente y que la reconozcamos siendo nosotros mismos un elevado Espíritu Humano. Todo lo demás es pasajero y el tiempo es corto.
Todos nosotros somos células que pertenecemos a un mismo organismo humano total. Como en cualquier organismo, una célula enferma o malformada, desestabiliza el total del Ser. Creer que uno es una entidad independiente es un grave error. La Historia demuestra lo que digo; revísala. No creas que no tienes el poder de afectar al resto, enfermándolo o beneficiándolo. Estarías viviendo una mentira si crees que por tener poder estas por encima de otros, mientras supones que tus acciones y pensamientos son íntimos y no conllevan consecuencias al resto del Organismo Humano.
El Organismo Humano al que pertenecemos, ha ido creciendo y mejorando a pesar de avances y retrocesos. También para esto te recomiendo que revises la historia de la humanidad. Yo diría que la humanidad está aún en el período adolescente, probando, creyéndose impune e inmune, arremetiendo muchas veces insensatamente contra todo lo que se interponga sin avisorar las consecuencias de sus acciones. Se nos han otorgado dones muy especiales y los avances han sido inmensos. Somos una especie genial pero aún inconsciente de que nuestros dones deben ser utilizados para construir sin degradar al resto, ni endiosar a los que suponemos superiores a nosotros por el sólo hecho de su poder.
No perdamos nuestro precioso tiempo aquí en la tierra en otra cosa que no sea obtener la plena consciencia de nosotros mismos. LO DEMÁS VIENE SOLO. No es que tengamos que negar nuestras posesiones, nuestra familia, nuestras tradiciones y aislarnos. Démosle a las cosas el verdadero valor de herramienta. Una herramienta no es un fin en sí mismo sino un medio. De nada valen las riquezas y los honores cuando te enfrentas a la hora de partir. En esa hora sólo se espera de tí que sepas quién eres realmente y que tu soberbia e inconsciencia no hayan hecho sufrir a otros influenciando mal al prójimo.
La gran mayoría de nosotros vivimos en conflicto con la Ley Natural del Espíritu Humano. Podemos estar fuera de esa Ley hasta con nuestros más íntimos pensamientos, si no sabemos de qué se trata nuestra esencia humana espiritual. Y no hay íntimos pensamientos que escapen a la Ley. Trata de imaginarte en qué maraña de pensamientos negativos estamos inmersos y cuántos de esos pensamientos nos pertenecen y de cuántos somos víctimas, sin saberlo. Ésta es la realidad que vivimos todos los días desde siempre. No es difícil entonces, imaginarse por qué hay tanta injusticia.
Te llamo a reflexionar conmigo. Ayúdame a pensar. Quizàs estos temas no esten dentro de tus prioridades. Pero créeme, ésta es la materia más importante en el exámen de tu vida. Todo el bien que deseas hacer en este mundo no puede comenzar realmente de otra manera que no sea desde tu propia conciencia y seguridad. Ojalá mis palabras sean el comienzo de reflexión para algunos, la reafirmación para otros y la meditación de todos nosotros.
Haber escrito esta nota no me libera de mis propias responsabilidades y errores, sino todo lo contrario. Muchos otros, infinitamente más esclarecidos que yo han hablado de ésto (Jesús, Lao Tsé, Platón, etc. etc.). Pero no está demás colaborar humildemente en favor de una más elevada consciencia.

Ricardo Chappe (Richap)

Todavía hay una flor.


-NUESTROS MIEDOS
-MEDIO AMBIENTE, ECOLOGÍA Y NUTRICIÓN
-LOS INCONSCIENTES QUE DOMINAN EL MUNDO
-RELACIÓN HOMBRE-MUJER
-QUÉ SOMOS Y DÓNDE ESTAMOS
-QUÉ ES DIOS?
-EL UNIVERSO Y NOSOTROS





Si no tienes en claro en qué consiste la estupidez humana, sólo tienes que mirar alrededor. Siempre hay guerras, conflictos territoriales entre países, matanzas y hambre. Pero no hay que mirar tan lejos para ver la estupidez humana. Presta atención a las noticias, lee revistas y libros, escucha a quienes te rodean y observa por qué riñen y se preocupan, y por último, obsérvate a ti mismo. La humanidad, además de haber evolucionado con brillantez, es una especie entupida. El humano es un ser fabricante de problemas innecesarios para sí y para los demás y no está capacitada aún para vivir y convivir en paz y avanzar con generosidad y respeto al prójimo, y no se imagina todavía que cada avance o error propio, implica un avance o un daño para el resto de la humanidad.Simplificando, todo esto parte del natural egoísmo y soberbia del ser humano. Desde los primeros tiempos el Hombre es un ser social, cazador, guerrero y territorial. También otras especies. Pero las otras especies no han evolucionado como el Hombre y deben soportar que el Hombre domine en muchos aspectos sobre la faz de la tierra, a semejanza de dioses, arbitrariamente, y sin preocuparse por los resultados, a veces catastróficos, de su dominio. Los animales tampoco escapan a ese espíritu de dominación, lo ejercen en su ámbito y luchan entre ellos. Nosotros también tenemos el mandato de superar en valentía, inteligencia, sagacidad y viveza a quienes nos rodean. Cuando esto no nos es posible, sentimos una gran frustración y elaboramos estrategias para que el otro no nos supere; en lo que sea, hasta en lo más mínimo e insignificante. Competimos siempre, hasta con los integrantes de nuestra propia familia y amigos. No nos gusta quedar como estúpidos y nos cuesta reconocer que hay otro que nos supera. Así se va manifestando la soberbia en nuestra personalidad. Cueste lo que cueste, no podemos reconocer virtudes en el prójimo, salvo cuando las diferencias son tan visibles, que agachamos la cabeza con resignación y resentimiento. Pero pocas veces agachamos la cabeza para analizar con sencillez cuáles son nuestras fallas y cómo podemos superarnos a nosotros mismos, pero no para vengarnos, sino para conocernos mejor, ampliar nuestros horizontes y sentirnos más seguros dentro nuestro y no comenzar luchas personales sin sentido con los otros. En lugar de esto, lo primero que emana de nosotros es el resentimiento, la envidia, y nos ponemos a elaborar estrategias para disimular nuestras falencias, en lugar de solucionarlas. Si bien es cierto que nuestro espíritu de superación es enorme, también es cierto que nuestra soberbia nos puede llevar a extremos enfermizos. Debemos simplificar tu vida y no encuentrar problemas donde no los hay. Siempre que veas a otros compitiendo o peleando por el mero orgullo de vencer, cueste lo que cueste y caiga quien caiga, compárate. Obsérvate a ti mismo y desde un punto de vista neutral, sin tomar partido, para poder sentir tus propias reacciones internas, tus impulsos y escuchar tus propios pensamientos, como si fueras un espectador de ti mismo. No generes en el otro reacciones adversas, para que el otro no necesite desplegar sus artes para tratar de aniquilar tus impulsos de superarlo. Todo esto va desde lo muy burdo, como una pelea a puñetazos, hasta lo más sutil, como una hábil sucesión de argumentos esgrimidos por el solo propósito de convencer al otro de que está equivocado, aún sabiendo que en realidad tiene la razón. Apártate de los soberbios. Pero si debes soportarlos, por ejemplo, por razones de trabajo, poco a poco irás sabiendo cómo hacer para que hasta los más soberbios y encumbrados te respeten. Simplemente deberás lograr de ti mismo la sencillez de quien está seguro de sí y no necesita competir y sabe reconocer el valor de quien está más avanzado en tal o cual cosa. No trates de humillar a quienes te superan, pero tampoco a quienes son superados por ti. De una u otra forma todos aprenderán de tu seguridad y falta de arrogancia. De esa manera todos te mirarán y te sentirán como alguien diferente que no necesita luchar sino consigo mismo para valer en el mundo. Muy pocos lucharán contra ti y los que lo hagan, pronto se darán cuenta de que no es necesario tratar de superarte porque no representas un peligro para su autoestima y no es necesario molestarte.


NUESTROS MIEDOS


Tus miedos no te son tan exclusivos como crees. Compartimos con todas las especies este mecanismo de defensa. Este es el principal motor para la supervivencia y en cada especie se especializa de acuerdo a su evolución y necesidades. El humano ha avanzado vertiginosamente hasta lo que es hoy, pero éste mecanismo, el miedo, no se ha ajustado adecuadamente a las necesidades actuales. Podría decirse mejor que, a pesar de nuestra rápida evolución, nuestro instinto de conservación mantiene todavía características ancestrales. Esto origina en nosotros ciertos cortocircuitos y afecta nuestra vida. Trato de explicarte que tu inseguridad y tus miedos tienen un origen ancestral y que, enfrentados a las circunstancias sociales, laborales y afectivas que debes vivir a diario, conforman distintos grados de temores que te impiden actuar tal como quisieres, segura y libremente.De esto parte la inseguridad natural que padecemos y las infinitas formas de reacción. En casos limite, conduce a enfermedades graves tales como la paranoia, las fobias y sus numerosísimas variantes patológicas del miedo exacerbado.Todos, absolutamente todos, somos por naturaleza inseguros. Hay básicamente dos tipos de personalidades: expansiva y reflexiva. Quizás te compares con otros y los observes manejarse hasta con desparpajo por la vida. Pero debes saber que muchos de los que envidias por su personalidad desenvuelta, han encontrado esa forma de actuar para disimular sus miedos, los que quizás sean más profundos que los tuyos. Me vienen a la memoria escenas de tribus aborígenes, que la noche previa a la lucha contra la tribu rival, danzan y cantan loas a su propia bravura con el fin de afianzar su autoestima, o los mayores que le cuentan a los niños sus hazañas, o cuando nosotros vemos a diario en oficinas y reuniones, a ciertos personajes que narran sus fabulosas aventuras, producto de su imaginación y necesidad de hacerse valer aunque sea en forma ficticia. Hacen lo que pueden para tratar de afianzarse y sentirse más seguros frente al mundo.Quizás tú, que tienes una personalidad reservada e introvertida, en realidad seas más seguro de ti mismo que aquellos a quienes ves desenvolverse en la vida con tanto desenfado. Y no puedo negarte que esta auto defensa contra la propia inseguridad brinda algunos buenos resultados en lo inmediato y posibilita mejor acceso a las diferentes formas de la vida social. Pero debes tener en cuenta que como contrapartida, generalmente, esa manera de desenvolverse en la vida conforma una personalidad superficial por temor a verse como se es en realidad y salirse de la cápsula que se han creado sin la que se sienten perdidos e indefensos.Y si tú posees una personalidad aparentemente desenvuelta, como la que acabo de describir superficialmente, envidiaras quizás el aplomo, la seriedad y la capacidad de reflexión de quienes, sintiéndose tan inseguros como tú, se encierran en cárceles de conflictos, muchas veces injustificadamente.
Nadie es el centro del universo, pero sí el centro de sí mismo.
Hasta que no te encuentres en tu propio centro, no lograrás saber cuánto vales. Y no creas que no vales. A través de estas páginas intentaré ayudarte a encontrar tu propio YO, a saber cómo eres en realidad y a que veas que tus miedos e inseguridades en gran parte son injustificadas. Enfrentándote a ti mismo, con paciencia y amor comenzarás a ver tus errores y falencias. Primero deberás aprender a relajarte lo suficiente para que tu personalidad no sea percibida por otros como ficticia. El prójimo valora y reconoce la naturalidad en las personas. No temas mostrarte tal como eres aunque falles al principio, porque de esa forma irás perfeccionando tus posibilidades de conocerte tanto en tu intimidad como frente al mundo e irás mejorando tus mecanismos naturales de relación. Te darás cuenta con el tiempo que no eres tan poca cosa como creías y que quienes te rodean ven en ti a una mejor persona que ya no disimula sus temores sino que los muestra y hasta los toma con humor. Porque tomar los propios defectos y temores con humor es una herramienta poderosa para naturalizar tu personalidad, desterrando de tì la soberbia. De esa manera enfrentarás tu Yo al mundo y te darás cuenta, cada vez más fácilmente, cómo debes purificar tu personalidad. Si aceptas mis palabras, en muchos momentos exagerarás y fallarás; pero considéralo como ajustes necesarios para llegar a sentirte pleno y auténtico. También entonces, tomarlo con humor y comprensión te ayudará a no cometer dos veces el mismo error. Como ya te dije, tú eres tu peor enemigo. Y muchos de los que se presentan en tu vida como enemigos, simplemente están reaccionando, por sus propios miedos, contra ti, que aún no puedes ver claramente los tuyos propios; ellos también se defienden de sus propios fantasmas. Muchas veces te habrá pasado que no comprendes ciertas reacciones y cambios bruscos y adversos de otras personas hacia a ti, que el día anterior su actitud era buena contigo. Esto te hace tambalear, y no entiendes la razón. Muchas veces se debe a ti, a tu inseguridad y actitud, pero muchas veces obedece a la inseguridad de la otra persona. Hay gente que prefiere cambiar su tono de relación contigo para defenderse de la atracción que siente por ti. Aunque esto te parezca mentira, sucede muy a menudo y no siempre debes considerarte culpable de esto. Quizás también te ocurra lo mismo a tì con algunas personas. No te permites aflojarte y disfrutar de lo porvenir, evitando así posibles desilusiones que quizás nunca se produzcan. Un relajamiento en tu actitud te permitiría ir de lleno a cumplir con tus deseos, dar rienda suelta a tus satisfacciones, sin por eso estar alerta pero no inhibido del placer de las relaciones sinceras y sin barreras injustificadas. Cuanto más te conozcas a ti mismo y te sientas cada vez más seguro, tu temor a sufrir disminuirá en relación inversa a tu auto-conocimiento. Irás adquiriendo de ti mismo herramientas que automáticamente te alejarán de los verdaderos enemigos, ya que aprenderás a detectarlos naturalmente y sin culpas. Nunca nadie es tan sabio como para evitar de vez en cuando una mala sorpresa con la gente. Pero tendrás los elementos suficientes como para darle la justa medida a ciertos desengaños, y el sufrimiento y aislamiento será mucho más leve que antes, cuando todo se tornaba caótico en tu mente y tu desesperación te llevaba a considerarte poco menos que despreciable. Recuerda lo que ya te dije: no eres culpable de todo lo que te ocurre. Comprendiendo tus propios miedos, afinarás tu percepción de la gente y las cosas, y te sentirás más libre, flojo y seguro. Hay muchas clases de miedos. Pero éstos miedos que acabo de describirte, y que tienen relación más que nada con la gente, son los que se sufren más comúnmente y no nos permiten desarrollar nuestras propias potencialidades. Todo se reduce a ir viendo nuestros valores con humildad. A medida que vayas teniendo logros en tu auto-conocimiento y auto-estima, verás a otra gente con aquellos problemas de relación que tú supiste resolver. Y la humildad que seas capaz de lograr, hará que la gente que tiene trato contigo te valore. Quizás hasta haya gente que sienta admiración por ti. Pero nunca por eso debes sentirte superior. Cuando estás con un niño, tú sabes más que él, pero no sabes cuánto es capaz de lograr ese niño en su vida. Cuando él crezca recordará sus charlas contigo, sus preguntas y tus respuestas, pero aunque en el futuro ese niño llegue a saber más que tú, te estará agradecido por la humildad con que le enseñaste lo que sabías y te respetará siempre. Y de eso se trata: lograr el respeto natural de quienes tratan contigo porque no sienten que seas un posible enemigo y que tu inseguridad no te lleva a competir, a subestimar o a rechazar a otros. Tampoco necesitarás creer dioses a otras personas por más que sus cualidades sean excepcionales. Recuerda que todos tenemos nuestros temores y limitaciones, incluso aquellos a quien admiras y quizàs envidies. Valoralos en su justa y humana medida. Comprenderás que debes sentirte bien con lo tuyo sabiendo que creces dìa a dìa con humildad, sin tratar de aparentar lo que no eres. Simplemente con conocerte a tì mismo y naturalizar tus actitudes, verás que no importa quién se te acerque; serás respetado y valorado por tu autenticidad y sencillez. Y si tienes un problema fìsico-funcional, una discapacidad, eres o te crees feo, no permitas que tu problema sea lo ùnico en tu vida. Descubre tus otros costados en base a todo lo que ya te he dicho. Desde allì podràs verte mejor, con una perspectiva distinta y màs amplia, y te podràs perdonar a tì mismo, a quienes te procrearon y quizàs a quienes se burlaron de tì. Yo sè de lo que estoy hablando. Tù no eres tu problema y nada màs. Si puedes alivianar la pesada carga que te tocò llevar, ganaràs mucho en auto-estima y en tu relaciòn con los demàs. Tambièn a tì se te valorarà el esfuerzo, en tanto puedas solucionar tus recelos, odios, envidias, y la sensaciòn de inferioridad. Veràs entonces que las miradas de la gente no estàn dirigidas a tì tanto como tù crees, y que lo que tù interpretas como rechazo de los demàs, en muchos casos resulta ser producto de tu propia imaginaciòn. Yo sè que no podràs evitar algunas de estas cosas. Pero tu actitud te salvarà de sufrimientos innecesarios. Haz que tu sufrimiento tambièn sea el justo, sin los agregados que aporta tu personalidad dolida por tu destino diferente. Aunque no sea visible, toda la gente tiene alguna clase de discapacidad. Tù me podràs decir que el problema que te tocò vivir es màs grave que el de otros. Y si bien esto puede ser cierto, mira un poco el mundo: el sufrimiento, los hospitales, las noticias, el hambre, las matanzas, las violaciones, la injusticia y hasta las enfermedades similares a la tuya. No te encierres en tu càrcel de dolor; tienes la reja abierta pues nadie le puso candado; eres libre de salir, poco a poco y cada vez màs, a respirar el aire puro de la naturalidad que has ido logrando. En sìntesis, debes ir modificando tus mecanismos de defensa. Enfrenta con paciencia y cada vez con màs sabidurìa lo que te toca enfrentar y sobre todo, NO TENGAS MIEDO DEL MIEDO.


MEDIO AMBIENTE, ECOLOGÍA Y NUTRICIÓN


No debemos confundir lo que es natural en nosotros y lo que adoptamos como costumbre o filosofía. El organismo humano, como en todas las especies, lleva a cabo su evolución y va adoptando naturalmente alimentos y costumbres, según su hábitat. El hombre fue siempre y continúa siendo un ser carnívoro y recolector. Estas dos características han ido evolucionando en nosotros y la primitiva forma de dominar el fuego y adquirir abrigo ha ido cambiando, pero esencialmente continuamos perteneciendo a una especie con las mismas necesidades. A partir del dominio del fuego, la alfarería, el cultivo de la tierra y la domesticación de animales, el Hombre ha comenzado su rápida evolución hasta lo que es hoy. Pero nuestro organismo no difiere mucho de aquel de los primeros hombres y la alimentación es básicamente la misma. El Hombre debió cazar para alimentarse y abrigarse. Con la carne de animales ha recibido las proteínas para su desarrollo muscular y cerebral. Siempre la ingesta de proteínas animales y vegetales, fue esencial e inevitable para sobrevivir y mantener nuestro organismo sano. Por eso debo insistir en que no debemos confundirnos entre lo que es natural y ciertas posturas filosóficas acerca de la alimentación. Hablo aquí del vegetarianismo, ciertas posturas ecologistas y cualquier forma de vida que trate de modificar lo que es propio en la naturaleza humana. Salvo que por razones médicas nos esté vedado ingerir carnes, el organismo humano sólo satisface plenamente sus necesidades solo de ésta forma. Lejos de estar en contra de la Ecología, debo decir que estoy en contra de las exageraciones y las fantasías erróneas y mal informadas formas de alimentación. Que debemos actuar para preservar nuestro planeta de la destrucción a la que se lo está sometiendo, no cabe ninguna duda. Que debemos cuidar que no se extingan o aniquilen especies de animales, por más insignificantes que sean, tampoco tengo ninguna duda y estoy a favor de la preservación natural de especies. Pero no admito posturas filosóficas que vayan en contra de nuestra propia naturaleza.
Matar seres vivos es inevitable.
Por más esfuerzos que hagas, por el sólo hecho de desplazarte por el mundo, comer vegetales, respirar, tomar antibióticos, etc., estarás matando. Cuando caminas por la calle o por el campo, jamás podrás imaginar cuántos seres vivos aplastas con tus pies ni el pequeño desastre “ecológico” que ocasionas. Si comes vegetales, cuidando de no ingerir carne, no te imaginas cuántos seres vivos matas igualmente. Y si estás enfermo y el médico te receta antibióticos, también estarás matando. Y aunque tu medicina sea natural, tu mismo organismo estará tratando de aniquilar y aniquilará los seres vivos que te atacan. Cuando compras insecticida, lo haces para protegerte de insectos molestos o agresivos. No admito argumentos discriminatorios acerca de los seres vivos. Una vaca es tan ser vivo como una gallina, un pez, un insecto, un microbio Si tu filosofía de vida es no matar para comer, debes saber que para cumplir estrictamente con los postulados en los que crees, deberías aislarte tanto que morirías finalmente tú, víctima de tu filosofía, a menos que logres lo que algunos yoguis: vivir del aire. Pero aún así no podrías evitar matar. Así es de crudo nuestro mundo. Solo trata de sobrevivir con buena calidad de vida y sin exageraciones.
Los inconscientes que dominan el mundo.
Y si te es posible, lucha haciendo conscientes a aquellos que, con muy corta visión, sólo por dinero y poder, están deteriorando el planeta, sin darse cuenta de que sus propios nietos vivirán sedientos, luchando por el agua, el alimento y el aire puro, con la posibilidad de que mueran en inundaciones, avalanchas y enfermedades para las que el ser humano no estaba preparado ni orgánica ni tecnológicamente. Lucha para que esos inconscientes que aumentan sus ganancias a costa de vidas ajenas, comprendan que es mejor negocio que todos los habitantes de la tierra sean posibles compradores de sus productos, no como actualmente, fomentando el hambre y la enfermedad de millones porque creen que de ésta manera se enriquecerán más rápido. Esos inconscientes pagarán por sus errores de una forma u otra, muy crudamente. Pero entretanto, no comprenden que el bienestar del prójimo es más beneficioso para sus intereses, no sólo en lo económico, sino en lo espiritual. Ellos son soberbios y se creen dioses, y no saben que en algún momento sufrirán las consecuencias de sus actos. Trata de decirles que esta situación está llegando a un límite y que ese límite es irreversible.


RELACIÓN HOMBRE-MUJER


La esencia femenina y masculina son a la vez antagónicas y complementarias. Todas las especies basan su existencia en la diferencia y complementación de lo femenino y lo masculino. Para ver más claramente cómo esto se manifiesta en el ser humano, primero deberíamos estudiar un poco las otras especies. Veremos que nada tienen que ver el macho y la hembra en sus características, y éstas se unen para la preservación de la especie. Para decirlo más claramente, cada uno cumple su función sin interferir con la del sexo opuesto. En las comunidades humanas más primitivas, esta división de tareas, roles y atribuciones, está más a la vista. Nos podemos remontar a los primeros grupos humanos. Muy a grandes razgos, la mujer se dedicaba a criar los hijos, mantener el fuego y a las tareas domésticas. Mientras, el hombre era el encargado de la defensa y de aportar la comida y el abrigo, producto de la caza. Actualmente éstas características están un poco desdibujadas, pero en la esencia del hombre y de la mujer, continúa existiendo este mandato de la naturaleza. En buena medida, los conflictos en la convivencia entre hombre y mujer, se deben a que las exigencias de la vida actualmente han llevado a desdibujar los roles originales del hombre y de la mujer. El hombre ha debido femeinizarse y la mujer ha debido masculinizarse, conformando así una distinta combinación de atribuciones frente a la familia y al mundo. Para esquematizar mejor la idea que trato de comunicar, se podría decir que ni la mujer debe ya mantener el fuego ni el hombre salir a cazar. La organización de las sociedades y las familias han variado vertiginosamente, sobre todo después de las guerras mundiales. Esto ocasiona que tanto hombre como mujer, en general, no sepan exactamente qué le corresponde hacer, dadas las actuales exigencias de la vida. Aquí es donde se genera una competencia, es decir, una lucha de poder entre hombre-mujer, en un terreno de más igualdad. Poco a poco se va viendo que uno de los dos comienza a dominar en ciertas áreas de la convivencia y quizás termine dominandolas todas. Pero esto no está del todo mal. Una buena combinación pasivo-activo es saludable cuando se cubre tanto la necesidad de dominar de uno y la necesidad de sentirse protegido del otro. También encontramos que en el carácter pasivo y aparentemente sumiso de uno, se esconde al verdadero dominador. Esta viariante se manifiesta más que nada en el carácter femenino, con características muy sutiles, incomprensible para muchos hombres, que creen llevar las riendas de la relación. Si todo esto se lleva a cabo con madurez y comprensión, cualquier relación entre hombre y mujere será duradera y feliz, no importa quién de los dos domine en la realidad. Uno de los ingredientes más importantes en una relación y en una convivencia, son las metas comunes. Hemos visto muchos matrimonios que después de un período de enfrentamientos, a punto de la disolución del vínculo, han recurrido, a la procreación de un hijo, cuya llegada solo calmará los ánimos sino por un breve lapso. Lo que estas parejas han tratado de hacer es crear urgente y arbitrariamente una meta en común para tratar de remediar los problemas de fondo de su relación. Pero ésta y otras técnicas para superar los problemas de pareja no son efectivas. A diario vemos matrimonios que recurren a técnicas superficiales como cambios de apariencia y cambios de actitud, pero el verdadero problema de relación continúa estando allí. Los conflictos se originan por un lado, por la lucha de poder dentro de la pareja o por la falta de metas comunes, cuando pasado un tiempo prudencial de convivencia, al menos uno, comienza a pensar que lo que quiere de su vida es distinto de lo que tiene. También debemos tener muy en cuenta el pasado de cada uno. Todos hemos aprendido las mismas cosas pero en distintos lugares geográficos, familias o escuelas. Pensemos que una misma palabra no representa en absoluto lo mismo para nadie más. Me explico. Pongamos como ejemplo una palabra que aparentemente no tiene significado subjetivo: MESA. Sin embargo, un elemento tan cotidiano como una mesa, para cada uno de nosotros tiene un significado subjetivo direrente. Hay que tener en cuenta en qué momento aprendimos una palabra, quién nos la enseñó, dónde y cuál fue primera sensación táctil de cada una de las cosas y cómo aprendimos a asociarla con a una palabra. Entonces, podremos imaginarnos lo difícil que es combinar el pasado de una persona cuando se une a otra. Tú, que ahora lees mis palabras, debes saber que cada una de las personas que las, lean les darán significados diferentes. Ni siquiera tendrán el mismo significado para tí que para mí, mientras las escribía. Sin embargo la palabra, aunque medianamente eficiente, es la herramienta más importante que tenemos para tratar de comprendernos unos a otros. Comprendiendo esto, irás sabiendo cómo ir manejando los conflictos entre tú y quien te acompaña en la vida.


QUÉ SOMOS Y DÓNDE ESTAMOS


En tu camino de auto conocimiento, no importa si crees en Dios o no. Estás inmerso en una realidad que es la misma para todos. Tus creencias o conclusiones intelectuales, cualesquiera que sean, siempre estarán dentro de la misma realidad universal y nada de lo que sientas, creas o disciernas, está fuera de ese "algo" que abarca todo e incluye todo lo que existe. A ese algo, puedes llamarlo como quieras, pero su existencia es una realidad. No puedes hacer nada que escape a este algo que nos contiene. Puedes ser un gran inventor, un gran artista o un gran filósofo, pero la creación humana, sin quitarle mérito alguno es la capacidad de interpretar y reunir partes de lo que ya existe, armonizadas de distintas maneras, dan origen a lo que comúnmente se denomina "creación". La capacidad de innovar, es una capacidad especial que tienen algunos seres humanos a los que llamamos creativos y a quienes yo llamaría "generativos". La persona creativa o generadora, es aquella que es capaz de ver o sentir más allá que el común de la gente.Todos jugamos a ser dioses y nos sentimos así, sobre todo cuando nos es posible ejercer algún tipo de poder sobre otro ser o sobre las cosas que nos rodean. Eso nos hace sentir poderosos y eleva nuestra auto estima. Pero debes tener en cuenta que el verdadero y único poder al que podemos aspirar es a COMPRENDER. Toda otra sensación de poder es engañosa. El mundo está y es como es y se nos muestra claramente. Solo tenemos que ir viendo cada vez más claramente. Cuanto mayor sea nuestra comprensión del mundo que nos rodea, mayor es nuestro poder y más nos acercamos a la sabiduría que nos acerca a la verdad. Por esta razón y ninguna otra, es que debemos sentirnos poderosos: por la capacidad de VER y conocernos cada vez más dentro del universo. Toda otra sensación de poder, es falsa.Estamos separados de Dios o de la realidad universal. Un día quisimos ser como Dios y reinar, pero caímos en un mundo en que la verdad es parcial y debemos desentrañarla de nuevo antes que se acaben nuestros días sobre la tierra. He aquí la gran parábola de Adán y Eva en el paraíso frente a la tentación de la engañosa manzana de la sabiduría y el poder. Y ese es nuestro pecado original: la estupidez y la soberbia. De ahí parten todos los problemas humanos en esta tierra, porque todos nos creemos dioses pero estamos enfermos de soberbia y sentimos falsamente como mandato ejercer nuestro poder sobre los otros seres y el mundo. Cada uno trata de imponer su poder hasta donde puede, es decir, hasta donde la soberbia y el poder de los otros nos lo permite. Tu viniste a este mundo creyéndote Dios y terminaste siendo esclavo de tus pasiones, de las pasiones de los demás y de las leyes físicas que rigen este planeta. Viniste a este mundo perdiendo el conocimiento original y la niebla de tu soberbia te ciega ahora, por lo que debes andar a tientas sintiéndote inseguro y habiendo perdido el recuerdo de quién eres en realidad. Estabas en plena armonía contigo mismo y no tenías dudas sobre quién eras, y creyendo que podías ser rey o dios en otros mundos, terminaste siendo un siervo de los avatares de una tierra inhóspita, abandonado a las miserias humanas y condenado a sufrir, aunque no lo adviertas. El único camino para regresar a uno mismo es ir refrenando cada vez más nuestra soberbia, para ir viendo cada vez más la realidad de nuestra existencia, en armonía con todo lo que existe, más allá y más profundo de lo que ahora podrías sospechar.Quizás te imagines a Dios como una persona semejante a todos nosotros, pero inmensamente sabia y comprensiva. O quizás te imagines que el universo es una circunstancia y que nuestro paso por la tierra es una casualidad del destino. Como quiera que pienses, la realidad de todo sigue siendo la misma. Hasta que no comiences a desentrañar las verdades que incluso en la tierra están a la vista sin que podamos verlas, tu sufrimiento no cesará y aún comprendiendo cada vez mejor las cosas, no es garantía de menor sufrimiento. La diferencia está en cómo y con qué grado de CONCIENCIA de ti mismo y del mundo transcurre tu vida. Vinimos a la vida en esta tierra para COMPRENDER. Quien crea que puede pasar por esta existencia sin sufrir las consecuencias de su soberbia y ceguera, está muy, pero muy equivocado. Pero no busques rédito directo si te propones comenzar un camino de retorno hacia tu propia y verdadera conciencia. Este mundo, tal cual es, te proporciona pruebas de fortaleza y conciencia todo el tiempo. Si tú quisieras atravesar una pared, porque no la ves, tendrías una mala sorpresa, además de herirte. Tan simple como ese es el ejemplo que puedo darte sobre lo que nos ocurre en la vida. Si hay una pared, la ves, y con soberbia te dices que puedes atravesarla, las consecuencias te enseñarían que no debes hacer eso otra vez, sino buscar el camino correcto para soslayar la pared.


QUÉ ES DIOS?



Si yo te dijera, como dijo uno de mis maestros, que "DIOS ES LA DESTILACIÓN MÁS PURA DEL ESPÍRITU", no lo comprenderías, como no lo comprendí yo entonces. Pero, aunque tenemos la capacidad de comprenderlo, mientras tratemos de entenderlo con nuestro intelecto, estaremos mal encaminados. El intelecto es una herramienta que posee la persona dentro de la que duerme nuestro espíritu, es decir, un ser humano, un animal más, aunque muy evolucionado. Tú eres espíritu y has debido cubrirte con este ropaje animal para entrar en esta esfera terrestre. Como animal, debes cumplir con todos los mandatos, como todos los animales. Estamos presos de las necesidades fisiológicas, agobiados por las leyes de gravedad e inercia, debemos tomarnos el trabajo de alimentarnos, respirar, enfrentar las enfermedades y trasladarnos de aquí para allá trabajosamente. Debemos procrearnos como cualquier otro animal, y aunque nos resulte placentero, no deja de ser otro de los mandatos con los que debemos cumplir, otra necesidad y un esfuerzo. Todos estos trabajos, el hombre ha tratado de aliviarlos con mucha inventiva y astucia, y se ha creado cierto confort, pero no podemos escapar a todo lo que encierra lo que llamamos supervivencia, aunque seas multimillonario. En espíritu, ninguna de estas leyes de la tierra nos sujetan. En espíritu somos como luminarias que generamos poderosa luz y energía sutil y la generamos continuamente, como hijos emanados del más sutil de los espíritus. Pero no puedo describirte más el alto mundo espiritual al que pertenecemos, pues en este momento es tu intelecto el que recibe estas palabras. Pero hay quienes, leyéndolas, pueden tener un pequeño o gran despertar espiritual. Si tú tuvieras uno de estos despertares o recuerdos de lo que en verdad eres, no necesitarías descripciones de ninguna naturaleza. Debes sentirte a ti mismo profundamente, más profundamente que en tus más profundas cavilaciones. Para ello debes acallar tus pensamientos porque ellos, siempre activos, no te permitirán ir sintiendo lo que verdaderamente eres. Pero si puedes cada día, dedicar algún tiempo para sentirte a TÍ MISMO, practicando cómo acallar todos los murmullos de las multitudes que llevas dentro, quizás puedas un día despertar del adormecimiento. Utiliza los métodos que te sean más afines para lograr la necesaria tranquilidad. Puedes usar una plegaria que llegue a tu espíritu, puede ser una música que te ayude a reducir cada vez más la actividad intelectual y sobre todo, que apacigüe tu inconsciente, que, aunque no te des cuenta, es el más bullicioso de todos. Seguramente tienes alguna forma o método para lograr una máxima tranquilidad para ir despertando al ser que realmente eres. Por eso te recomiendo, no preguntes QUÉ ES DIOS. Si comienzas a conocerte cada vez más, quizás algún día lo sepas. Pero difícilmente lo encontrarás en otro lugar que no sea tu mismo interior.

EL UNIVERSO Y NOSOTROS


Tú eres parte del universo. El universo está compuesto de partículas infinitamente pequeñas. Si tomas una molécula, ésta está conformada por átomos y los átomos están formados por otras moléculas que a su vez están conformados por una unión de átomos. Las moléculas, reunidas de tal o cual manera, forman elementos gaseosos, líquidos o sólidos. Pero todos los elementos tienen la misma esencia. Los seres vivientes también, de manera que nosotros mismos estamos conformados físicamente de elementos similares a cualquier otra cosa existente. Hablo de planetas, piedras, árboles, o lo que quieras imaginar. Todo parte de un único elemento. Sabrás que la luz también es materia transformada en energía lumínica. Pues bien, hay infinidad de manifestaciones materiales que nos resulta difícil considerarlas materia, por el sólo hecho de que no podemos verlas o percibirlas con nuestros sentidos. El pensamiento es también una manifestación de sutil materia generada por impulsos eléctricos de nuestro cerebro. Hay infinitas manifestaciones de pensamiento, y también lo son las intuiciones o premoniciones. Nada escapa al universo que nos contiene. Y si lográramos profundizar lo suficiente, captando materia cada vez más sutil, llegaríamos a percibir el alma humana y luego el espíritu. Tan profundo e infinito como eso es el universo. Y todo parte de un impulso inicial que es hoy, fue siempre y siempre será. Yo sé que es difícil imaginar tanta inmensidad e infinitud. Pero debes trabajar con ese sentimiento. Sentirás un infinito vacío que lo contiene todo, sentirás que eres infinitamente pequeño y a la vez infinitamente grande y sentirás que todo parte de la misma esencia. Te sentirás inmerso en una realidad profunda y diferente de la que percibes ahora. Pero no imagines el universo como planetas, constelaciones, galaxias y espacio. Lo que te propongo es más profundo y no lo percibirás a través de ninguno de los sentidos que hasta ahora conoces.

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